Por Juan Tomás Valenzuela
Uno de tres asaltantes
del banco e’ Vicente Noble,
no dejará de ser pobre,
por culpa de otros maleantes.
Al insufrible bergante
que se alzó con el dinero,
lo sorpredió un jolopero
del paraje de Algodón,
y al infeliz, ni un bellón,
le deján los bandoleros.
El ladrón, que fue por lana
pero salió trasquilado,
no vió un peso de lo hurtado,
por la culpa de estos panas.
El robo fue esta mañana,
según cuentan los curiosos,
pero aquí, lo más chistoso
es que habiendo tanta gente
no apareció ni un agente
y esto es más que sospechoso.
Al estupido asaltante
que apodan «el mamador»,
tres carajos en motor
también le echaron el guante.
De una manera brillante,
los tipos, sin mucho esfuerzo,
agarraron al perverso
se había huido del asalto
y en una escena «de infarto»
lo dejaron sin almuerzo.
Aunque parezca chistoso
lo que pasó en Barahona,
no deben tomarse a broma
estos hechos delictuosos.
Es un terreno fangoso
el que estamos transitando.
La delincuencia arropando
el espectro nacional,
pero el gobierno central
cree que se está exagerando.
3 febrero 2018